La
economía de Alemania es la cuarta economía más poderosa del mundo después de la
de Estados Unidos, China y Japón. El país es considerado el motor económico de
la Unión Europea (UE).
Los
principales bienes que exporta son
vehículos, maquinarias, productos químicos, productos electrónicos, productos
farmacéuticos, equipos de transporte, metales básicos, productos alimenticios,
caucho y plásticos.
EVOLUCIÓN
HISTÓRICA- ECONÓMICA-POLÍTICA:
La Revolución Industrial en
Alemania llegó casi un siglo después más tarde de lo que lo hizo en Gran
Bretaña, Francia y Bélgica. El establecimiento del Zollverein (unión aduanera
alemana) y la creación de sistemas ferroviarios impulsaron la Revolución
Industrial y la unión política.
Con la
derrota de la Francia napoleónica en
1870 y la creación del Imperio Alemán en 1871 la industrialización se estimuló
aún más. La reacción a las conquistas de Napoleón de los estados alemanes
durante la época de la Revolución Francesa produjo movimientos y reformas tanto
políticas como económicas.
En el
año 1900, Alemania era líder mundial en la industrialización. Entre 1895 y
1907, el número de trabajadores empleados en la construcción de maquinaria se
duplicó de medio millón a más de un millón. Alemania sufrió un crecimiento
demográfico pasando de 35 millones de habitantes en 1850 a 67.000.000 en 1913.
El rápido avance hacia la madurez industrial produjo un cambio en la situación
económica de Alemania y pasó de ser un importador de tecnología a ser un gran
exportador de productos terminados.
ALEMANIA COMO
NÚCLEO ECONÓMICO:
Alemania, como federación, es un
país policéntrico y no tiene un solo centro económico. La bolsa de valores se
encuentra en Frankfurt am Main, la mayor compañía de medios de comunicación
(Bertelsmann AG) que tiene su sede en Gütersloh y los mayores fabricantes de
automóviles están en Wolfsburg, Stuttgart y Múnich.
Con la
reunificación el 3 de octubre de 1990, Alemania comenzó la importante tarea de
reconciliar los sistemas económicos de las dos ex-repúblicas.
DISTRIBUCIÓN DE
SECTORES:
Alemania
tiene una economía social de mercado
caracterizada por un personal altamente calificado , una infraestructura
desarrollada, un gran capital social, un bajo nivel de corrupción, y un alto
nivel de innovación. Tiene la economía nacional más grande de Europa.
Ø SECTOR PRIMARIO: En 2010 la agricultura, la silvicultura y la minería representaron sólo el 0,9%
del producto interno bruto de Alemania (PIB) y empleaba sólo el 2,4% de la
población, por debajo de 4% de 1991. La agricultura es muy productiva, y
Alemania es capaz de cubrir el 90% de sus necesidades nutricionales con la
producción nacional.
Ø SECTOR SECUNDARIO: La industria y construcción representaron el
29% del producto interno bruto en 2008, y emplean el 29,7% de la fuerza
laboral. Alemania destaca en la producción de automóviles, maquinaria, equipos
eléctricos y productos químicos. Con la fabricación de 5,2 millones de
vehículos en 2009, Alemania fue el cuarto mayor productor del mundo y el mayor
exportador de automóviles.
Ø
SECTOR
TERCIARIO: En 2008 los servicios constituyeron el 69%
del producto interno bruto (PIB), y el sector emplea al 67,5% de la fuerza
laboral. Los subcomponentes son servicios financieros, el alquiler y
actividades empresariales (30,5%); comercio, hoteles y restaurantes, y el
transporte (18%); y otras actividades de servicios (21,7%).
ALEMANIA EN EL
MARCO INTERNACIONAL:
Como
motor de la Unión Europea, Alemania dispone de la economía más potente de la
zona europea, y sus indicadores macroeconómicos son una referencia a nivel
internacional, mostrando desde hace décadas unos claros índices de modernidad y
fortaleza.
Alemania es el cuarto país del mundo por PIB
(recientemente superado por China) y el quinto país según el Índice de
Competitividad Global calculado por el Foro Económico Mundial. Además, Alemania
ocupa el puesto nº 12 a nivel mundial en el ránking de los países con mayor
renta per cápita.